AFICIONES E INTERESES
Suelen surgir entonces, de manera algo más diferenciada, las habilidades o intereses específicos de cada niño. Todos los niños necesitan estímulos y oportunidades para poder descubrir y encauzar primero, y desarrollar después las habilidades, intereses o talentos especiales que puedan demostrar en uno o en varios ámbitos, sean estos artísticos, deportivos, literarios, científicos o manuales. El trabajo perseverante del niño en lo que podriamos llamar una especialidad le confiere dominio de sí mismo y capacidad crítica y le inicia en la asunción de la responsabilidades que se derivan de la calidad de ejecución de una tarea. Aunque esta temprana dedicación pueda ser abandonada más tarde, cosa que sucede a menudo, el aprendizaje realizado será sin duda de utilidad en otras.
Los padres no deben obligar al niño a interesarse por una determinada actividad. El coleccionismo, las aficiones deportivas o artísticas son dignas en sí mismas de ser alentadas por los adultos, sean cuales sean los deseos y expectativas de éstos sobre el niño. También aquí el proceso de identificación juega un papel importante y las aficiones y deseos del niño pueden contener un inofensivo rechazo a las figurar parentales, que debe ser respetado. La diferencia entre los sexos se manifiesta patentemente en unos intereses divergentes entre niños y niñas por determinadas actividades, y comienzan los <cultos> a héroes o heroínas: personas a quienes admiran, personajes literarios, del cino o la televisión, cantantes famosos, deportistas, etc...