LA JOVEN ANTE SU FAMILIA
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En la familia, la chica en
trance de desarrollo entra en conflicto con su madre en
calidad de mujer. Por lo que respecta los senos, la madre
suele ser precisamente su primer y más acbado modelo.
Tanto la presencia como la ausencia de éstos provocan
temores en relación al modelo con el que la chica tiende
a identificarse. En algunos casos, las mil posturas ensayadas por muchas chicas para esconder su pecho indican que es la madre quien tolera mal este signo |
externo de sexualidad en su
hija, cuando ésta está todavia demassiado ligada a ella
como para hacer caso omiso de esas mas o menos
perceptibles indicaciones. Tambien, aunque con menor
frecuencia, se dan casos de madres que aunque ante la
imminencia de perder su propia juventud y atractivo
erótic, ven en su hija a una rival, a una mujer en
derrollo con la que temen y sin embargo deben competir.
Sin que nada le sea dicho, la hija percibira tal
sentimiento y experimentará cierta culpabilidad, que
quedará ligada a ese primer signo externo de feminidad,
causa de la inseguridad materna. Aunque la madre no transmita rivlidad, la joven puede brevemente vivir sus cambios corporales como una confirmación de la posibilidad de realizar la fantasía edípica de poder sustituir a la madre en el deseo del padre. Como bien puede deducirse, toda la intervención paterna es en éste momento decisiva y de sutiles efectos: debe confirmar en la hija la feminidad,m pero prefiriendo ostensible e irrevocablemente a al madre. Ësta debe, a su vez, sostener el dewsea y la eventual intervención del padre con el suyo propio hacia él. Todo ello permitirá a la muchacha sentirse mujer y buscar su propio objeto amoroso fuera del hogar. |