LA NIÑA YA ES MUJER

 

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Las muchachas púberes tienen con su cuerpo problemas de distinto orden, ligadas a los cambios específicos que les son propios, a las expectativas socioculturales y a la particular vivencia psíquica del complejo de Edipo. Todo ello establece profundas diferencias entre ambos sexos, que en la mujer son simbolizadas en gran parte por el deserrollo de los senos y la iniciación del ciclo mLa connotación altamente erótica de los senos parece estar en relación con razones de tipo cultural, ligadas a su vez con la aparición de éstos en un momento en el que son ajenos a la función que biológicamente les es propia : amamantar a los hijos. Constituyen, por tanto, un punto nodal de tensión entre las muchachas y son tenidos por todos los individuos como un símbolo externo inequivoco del brotar de la sexualidad. El desarrollo de los senos es a todas luces uno de los elementos mas significativos de la pubertad femenina en el grupo social, que comienza en ese preciso instante a considerar que la niña es ya mujer. Su ausencia o su extrema pequeñez pueden resultar humillantes para aquellas muchachas que temen no alcanzar el nivel de feminidad deseado, según particulares identificaciones con tal o cual modelo de mujer.enstrual.

Con posterioridad, la iniciación del ciclo menstrual indica que la muchacha a llegado a la madurez fisiológica en el plano sexual. Este acontecimiento es decisivamente más importante en la vida de toda mujer de lo que la primera eyaculación lo es en cualquier hombre. ¿Porqué? Como se trata de una vivencia diferenciada en el plano psicológico, se encuentran las razones de actitudes tan distintas en el hito inmediatamente anterior de la evolución psicosexual: el complejo de Edipo. El varón atraviesa ese momento crítico y sale de él plenamente identificado con su roll sexual. La mujer, en cambio, tiene en cierto modo una adscripción más débil y una fijación más frágil con su papel de mujer y madre. La aparición del ciclo menstrual es sin duda alguna vivida con intensidad en tanto constituye la prueba anunciada tangible e irrevocable de la pertenencia al sexo femenino, de la posibilidad de ser madre y tener hijos

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La joven ante su familia La joven ante el grupo La joven ante el otro sexo

 

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